De vez en cuando, miraba a su lado izquierdo, lo hacía con precisión de metrónomo. Como si de una inaudible si tratara. La añoranza, añoranza, añoranza...tic,tac,tic,tac, al compás del tiempo y como coda final el sueño eterno.
Me encantan las 2 fotos. Los encuadres son fantásticos. El banco entero, el factor humano y unos reflejos monumentales hacen que la primera imagen me guste todavia más. Un fuerte abrazo Ana y buena semana
A mi también me atrae más la primera. La segunda es muy equilibrada: el banco, centrado, los dos árboles que a la par de crear un marco, casi prolongan las patas del banco, las tres franjas horizontales de parque, río y ciudad... En la primera más que de equilibrio hablaría de contrapeso: el del árbol por un lado y elevándose, y el de la chica por otro lado y diríase que tirando hacia abajo. Y esa manera de sentarse, tan en el extremo ... Dos magníficas fotografías Ana
Coincido con tu primer comentarista. Para mí también la segunda imagen es mucho más evocadora y, aunque carezca del elemento humano, las palabras ya lo incluyen y se "pegan" a la segunda foto sin necesidad de incluirlo. Como todo, cuestión de opiniones.
Una imagen que me sugiere uno de esos momentos en los que la nostalgia, el recuerdo, viene a visitarnos y nos arropa mientras nos permite la añoranza. Quietud en el tiempo y el espacio. Un abrazo Ana
La soledad a veces es buena, te permite reflexionar sobre ti mismo. Las dos son buenas, una por el elemento humano y la otra por el elemento artístico. Un abrazo.
Preciosas las dos fotos y con mucha carga intimista. Puestos a elegir me quedo con la primera, pero no solo por el elemento humano sino porque el horizonte solo se insinúa a través de los reflejos. Un abrazo, Ana.
Difícil elección, en la primera fotografía el elemento humano (a mi me gusta fotografiar personas) en medio de ese ambiente tan peculiar de la neblina tiene un gran valor, pero, en la segunda, ese elemento humano parece estar impregnando el banco, aunque no se vea, y para mi tiene un valor muy especial porque me sitúa en un contexto que siempre añoro y que vive en mis recuerdos. Un abrazo,
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Dos fotos preciosas, la primera con la presencia de la mujer, sola, resulta un tanto triste, melancólica. La segunda, con la catedral al fondo, entre la niebla, quizás sea más bucólica, invita a sentarse en el banco para disfrutar del paisaje de la preciosa ciudad salmantina.
En cualquier caso, son muy bonitas las dos fotos, Ana.
Me gustan las dos pero si tengo que elegir me quedo con la segunda: la niebla y los reflejos, la composición me parece rotunda.
ResponderEliminarMuchísima gracias, a mi me gusta un poco más la primera, pero por el elemento humano. Un abrazo.
EliminarExcelentes fotos Ana. Muy invernal.
ResponderEliminarSaludos desde los 40 grados a la sombra del Hemisferio Sur
Me encantan las 2 fotos. Los encuadres son fantásticos.
ResponderEliminarEl banco entero, el factor humano y unos reflejos monumentales hacen que la primera imagen me guste todavia más.
Un fuerte abrazo Ana y buena semana
A mi también me atrae más la primera. La segunda es muy equilibrada: el banco, centrado, los dos árboles que a la par de crear un marco, casi prolongan las patas del banco, las tres franjas horizontales de parque, río y ciudad... En la primera más que de equilibrio hablaría de contrapeso: el del árbol por un lado y elevándose, y el de la chica por otro lado y diríase que tirando hacia abajo. Y esa manera de sentarse, tan en el extremo ... Dos magníficas fotografías Ana
ResponderEliminarCoincido con tu primer comentarista. Para mí también la segunda imagen es mucho más evocadora y, aunque carezca del elemento humano, las palabras ya lo incluyen y se "pegan" a la segunda foto sin necesidad de incluirlo. Como todo, cuestión de opiniones.
ResponderEliminarUn abrazo, Ana.
Una imagen que me sugiere uno de esos momentos en los que la nostalgia, el recuerdo, viene a visitarnos y nos arropa mientras nos permite la añoranza.
ResponderEliminarQuietud en el tiempo y el espacio. Un abrazo Ana
La soledad a veces es buena, te permite reflexionar sobre ti mismo. Las dos son buenas, una por el elemento humano y la otra por el elemento artístico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maagnificas... La soledad late en ellas
ResponderEliminarUn abrazo
Preciosas las dos fotos y con mucha carga intimista. Puestos a elegir me quedo con la primera, pero no solo por el elemento humano sino porque el horizonte solo se insinúa a través de los reflejos.
ResponderEliminarUn abrazo, Ana.
Las dos son estupendas y aunque el banco sea el común denominador de las dos, son muy diferentes pero igual de atractivas.
ResponderEliminarUn abrazo Ana
Quizás en este caso el banco vacío resulta mas evocador: la niebla nos convoca con su voz queda, misteriosa.
ResponderEliminarUn abrazo
Difícil elección, en la primera fotografía el elemento humano (a mi me gusta fotografiar personas) en medio de ese ambiente tan peculiar de la neblina tiene un gran valor, pero, en la segunda, ese elemento humano parece estar impregnando el banco, aunque no se vea, y para mi tiene un valor muy especial porque me sitúa en un contexto que siempre añoro y que vive en mis recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Con la precisión del recuerdo...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Dos buenas tomas, Ana, las dos están muy bien realizadas, pero la primera con la inclusión del factor humano me agrada más.
ResponderEliminarSaludos.
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ResponderEliminarvg247 news|gamesweekly
El elemento humano, es determinante, para que prefiera la primera foto. Le da vida a la imagen y la hace más atractiva.
ResponderEliminarBesos
Dos fotos preciosas, la primera con la presencia de la mujer, sola, resulta un tanto triste, melancólica. La segunda, con la catedral al fondo, entre la niebla, quizás sea más bucólica, invita a sentarse en el banco para disfrutar del paisaje de la preciosa ciudad salmantina.
ResponderEliminarEn cualquier caso, son muy bonitas las dos fotos, Ana.
Buen fin de semana.
Beautiful!
ResponderEliminarBest regards!