Pero los peores monstruos eran los que hacían nido. Los que se te metían dentro y montaban ahí su hogar. Los que no podías identificar, los que no podías ver.
Muy llamativa ese agua chorreando en diagonal sobre el cristal, sin dejarnos ver con nitidez el fondo y teniendo que poner en marcha la imaginación. Abrazos
Al otro lado del cristal un espacio se abre, un Limbo, todo un paisaje con una lluvia que no penetra, no moja. Nos hipnotiza entre sueños de los real o irreal, la tormenta, quizá sea el extasis de esa situación, como el momento final de un concierto. Maravilloso el color y la luz. Saludos.
Preciosa, ya sabes que tras la lluvia y los cristales empañados se pueden esconder muchos sentimientos. Que cada persona puede percibir como positivos o negativos.
El miedo es poderoso. Casi tanto como la lluvia. Y quizá sea uno de los instintos más básicos e indomables. Se siente o no. Pero cuando se siente, se apodera de ti y te devora por dentro. Haya lo que haya afuera. El miedo, como bien dicen las palabras que hoy traes, y como bien dice tu foto es un espejo que deforma lo que vemos. Algunos solo pueden ver a través de ese espejo.
Muy llamativa ese agua chorreando en diagonal sobre el cristal, sin dejarnos ver con nitidez el fondo y teniendo que poner en marcha la imaginación. Abrazos
ResponderEliminarPrecioso juego de luz color y transparencias, me gusta mucho.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ana
Al otro lado del cristal un espacio se abre, un Limbo,
ResponderEliminartodo un paisaje con una lluvia que no penetra, no moja.
Nos hipnotiza entre sueños de los real o irreal, la
tormenta, quizá sea el extasis de esa situación, como
el momento final de un concierto.
Maravilloso el color y la luz.
Saludos.
No lo puedo decir tan bien como Ángel pero me parece preciosa.
ResponderEliminarUn abrazo
los peores monstruos no están del otro lado del vidrio...
ResponderEliminarbellísima combinación de imagen y palabra! besos,
Un conjunto de buena foto y buen texto!
ResponderEliminarApasionante y sumamente embrujado y onírico, Ana Manotas.
ResponderEliminarLos duendes vigilan las noches.
Un abrazo.
Excelente fotografia. La textura de la lluvia le confiere una atmósfera de indefinición perfecta.
ResponderEliminarUn saludo.
Preciosa, ya sabes que tras la lluvia y los cristales empañados se pueden esconder muchos sentimientos. Que cada persona puede percibir como positivos o negativos.
ResponderEliminarMe encantaan las imagenes a través del cristal. Ésta, es una auténtica delícia y con la lluvia protagonizándolo todo.
ResponderEliminarUn abrazo Ana
Es cierto, amiga, nuestros peores enemigos están dentro de nosotros... La imagen, espectacular...
ResponderEliminarPreciosa escena, en la que lo importante es lo que se sugiere, el misterio que se esconde detrás del cristal.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Anna! Cuanto tiempo, decirte q me gusta esta foto es poco. Transmite mucho y nos deja libres a la imaginación!.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande!!
Estupenda foto, ana, con ese "filtro tan natural" que has utilizado, me gusta ese dejar intuir que nos ofrece esta imagen.
ResponderEliminarSaludos.
Siempre es más fácil tener miedo de lo que no podemos ver.
ResponderEliminarhttp://encimadelastablas.blogspot.com.es/
http://fernanfotos.blogspot.com.es/
El miedo es poderoso. Casi tanto como la lluvia. Y quizá sea uno de los instintos más básicos e indomables. Se siente o no. Pero cuando se siente, se apodera de ti y te devora por dentro. Haya lo que haya afuera. El miedo, como bien dicen las palabras que hoy traes, y como bien dice tu foto es un espejo que deforma lo que vemos. Algunos solo pueden ver a través de ese espejo.
ResponderEliminarAbrazos, Ana.
La escena es muy buena. De este tipo de fotos me inflo de ver por todos los lados. Tu has clavado la tuya.
ResponderEliminarUn saludo.
Una delicia: imagen y texto se unen de forma perfecta.
ResponderEliminarUn saludo.
Esas ventanas mojadas por la lluvia que solo muestran algo del exterior me encantan, aunque la atmósfera pueda ser un tanto pesimista o melancólica.
ResponderEliminarFeliz vuelta de las vacaciones, Ana.
Chapi, este año no me he podido ir, pero bueno por aquí también se pasa bien. Un fuerte abrazo.
EliminarImpresionante, estremecedora...que contraste con la nostalgia tranquila de la mía :)
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